lunes, 17 de noviembre de 2014

Nematodos parasitos del ser humano

Los nematodos son unos gusanos cilíndricos que cuentan con unas 10.000 especies conocidas aunque se estima que podría haber unas 500.000. Viven en el mar, agua dulce y en el suelo a cualquier latitud.

Hay especies de vida libre, que se alimentan de bacterias, levaduras, algas, hongos además de depredar sobre otros nematodos y pequeños anélidos. Otras especies son parásitas de invertebrados y vertebrados incluido el ser humano al que producen serias enfermedades. A continuación se describen algunos de los nematodos parásitos del ser humano.




Ascaris lumbricoides (lombriz intestinal grande)
Las hembras ponen 200.000 huevos al día que salen con las heces de la persona infectada. Si estos huevos llegan hasta vergetales que se comen frescos se produce la infección. También puede producirse si los huevos han llegado hasta las manos y uñas de la persona y se lleva a la boca. Los huevos eclosionan en el intestino y las larvillas perforan la pared pasando a la sangre. Desde allí alcanzan los pulmones y pasan a la traquea, subiendo hasta la faringe para caer al estómago y luego al intestino donde pueden producir oclusión intestinal si su número es elevado.


Anquilostoma duodenale
Son parásitos hematófagos que se fijan a la pared intestinal para chupar sangre, por lo que producen anemia. Los huevos salen con las heces . En este caso las larvillas se desarrollan hasta encontrar al hospedador, entrando por la piel de este. Desde allí pasan a la sangre y siguen el mismo recorrido que en el caso del Ascaris.

Triquina
Trichinella spirallis produce la triquinosis que puede llegar a ser mortal. Los adultos perforan la pared intestinal y las larvas pasan así a la sangre y desde allí a los músculos donde se enquistan. Al comer carne de cerdo o jabalí con quistes los juveniles salen de éstos y se instalan en el intestino desarrollándose hasta adultos.

Lombrices intestinales blancas
Enterobius vermicularis es el parasito humano más común. Se ha calculado que en EEUU el 30% de los niños se infecta alguna vez. Vive en el intestino grueso, y las hembras bajan hasta el año por la noche para poner los huevos. Esto produce picor por lo que la persona se rasca infectándose las manos y la ropa. Al llevarse las manos a la boca se traga los huevos que eclosionan llegando hasta el intestino grueso.

Filarias
Wuchereria bancrofti vive en el sistema linfático de los humanos produciendo la inflamación y obstrucción de éste. Las hembras liberan larvas microfilarias que son chupadas por un mosquito cuando pica a la persona que maduran en el interior del mosquito y pasan de nuevo al ser humano cuando este vuelve a picar.
En ocasiones producen elefantiasis por un crecimiento excesivo del tejido conectivo de los brazos, piernas o escroto.


Gusano de medina.
Dracunculus medinensis se sitúa bajo la piel produciendo una ulcera por donde son liberados los huevos al contacto con el agua del río o lago. Allí pasan a un crustáceo del género Cyclops. A beber agua que contenga este crustáceo se produce la infección.
Los gusanos se extraen mediante cirugía, pero tradicionalmente se le enrollaba un palillo un poco cada día hasta que salía entero de la úlcera.



Loa Loa.

Loasis, infección es una enfermedad parasitaria producida por el nematodo Loa loa que afecta exclusivamente a la especie humana, y es conocida por la presencia del parásito a nivel ocular. Se transmite a través de las picaduras de tábanos o moscas de los manglares pertenecientes al género Chrysops. Es una parasitosis endémica en África occidental, estando presente principalmente en países como Camerún, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Gabón, República Centroafricana, y Angola, entre otros, y en donde la infección puede superar el 20% de la población.

Las hembras miden entre 5-7 cm de longitud con 0,5 mm de diámetro, mientras que los machos miden de 3 a 4 cm de largo por 0,4 mm de ancho, y pueden llegar a vivir en el tejido conjuntivo subcutáneo de 4 a 17 años. Normalmente no provoca dolor, ceguera u otro problema clínico, y muchas veces las personas se dan cuenta cuando ven una sombra que les tapa la visibilidad de manera esporádica o cuando sienten el movimiento del mismo. 
El tratamiento se realiza combinando la extirpación quirúrgica con medicación antiparasitaria.